miércoles, 14 de julio de 2010

Entre campanas de una iglesia y cantos musulmanes a la meca.



Hola, soy Cristina.
Ahora mismo mis compañeros del campo de trabajo están comprando algunas cosillas en el centro.
Acabamos de terminar el día con los niños, largo y duro como todos, cada día con menos voz, ya que controlar a 30 niños entre todos aunque divididos en grupos, tiene sus consecuencias.
Si  miro hacia atrás,  lo que  me  parece toda una eternidad, ese 3 de julio que nos embarcamos desde Málaga a Melilla, cambia mi concepción del campo de trabajo, y he de decir que no a peor, puesto que realmente no sabía bien a lo que iba en concreto, ni con quién me iba a encontrar: nos íbamos 3 de mis amigos y yo a un campo de trabajo, con niños melillenses, no sabíamos en qué condiciones, ni con qué otros monitores.
Pero al conocer en el barco a mis otros  compañeros, ya la cosa iba cambiando, y no te digo más, cuando llevábamos aquí unas horas, y es que digo unas horas porque, bueno, ¡cada día dura aquí como una semana! Al llegar "mis niños" y conocer sus peculiares nombres tan desconocidos para mí, me encantaron.
No sólo por ser niños ya de por sí, tan inocentes e incrédulos, si no porque, una vez que los tienes delante, eres más consciente de la falta que hacen labores como las de las colonias urbanas.
Pero claro, conforme pasan los días y ves que cada uno hace un poco "lo que le da la gana" , ¡como que te desesperas un poco!
¡Pero no vengo a quejarme de ellos  ni mucho  menos!, si no a decir lo maravillosa que me está resultando la experiencia.
Nuestros días pueden resultar cotidianos, y tal vez lo sean, pero no para ellos, que es lo importante;  niños que si  no están en las colonias con nosotros, tal vez no irían a la playa en todo el verano, o no considerarían tan fuertemente el valor de la amistad y el compañerismo.
Y aunque más de un día la alarma ha tenido que sonar cada 5 minutos desesperadamente porque nosotros estábamos descansando durante la noche de la lucha contra los mosquitos, sacábamos las fuerzas para recibir a nuestros niños que , desde media hora antes, ya estaban esperando a que la puerta del colegio se abriera.
Y estoy segura que parte de esa fuerza , al menos para mí , la saco de la oración que tenemos cada mañana en la capilla del colegio, (aunque yo apenas siga los cantos debido a mi ronquera).
Creo que cuando digo que Dios y la Virgen me están ayudando estos días, no exagero, y es que es gracias a ellos por lo que yo estoy aquí.
En resumen, creo que ayudar a los demás , es para mí, no un medio para obtener un beneficio, si no la satisfacción en sí, de dar amor a los demás.
Tras estas "sinceras declaraciones", me despido, para ir a ducharme tras el largo día, y recargar (o intentarlo al menos ) las pilas por la noche y tener esos ratos de charla que tanto nos gustan aquí a todos.
Mi enhorabuena pa' la roja , que siempre dije que iba a perder, que metió un gol, en el minuto 116 o así.

Cristina.

6 comentarios:

  1. Gracias por tu testimonio, Cristinita.

    Que la enorme fuerza del amor de Dios, que te empuja y eres conciente de que entregas a los peques, te siga acompañando en Melilla y siempre.

    ¿Verdad que hay diferencia cuando te das cuenta de que lo que haces lo haces se vive desde Dios y el Evangelio?

    Muchos besitos, y que sigan rulando los testimonios...

    ResponderEliminar
  2. hermana! muy bonito!! los pelos de punta!! ánimo y a disfrutar de lo que os queda...

    ResponderEliminar
  3. Cristina, tus padres hemos leido este testimonio ,y nos ha parecido que estas teniendo una experiencia muy positiva e interesante.
    Te animamos a que sigas en ese camino , que ya queda poco para que cambies de "vida" en esos días estivales .
    Besos de Mamá y Papá .

    ResponderEliminar
  4. Y parece que fue ayer cuando estabas en el encuentro del Señor de los Anillos...me ha gustado mucho leer tu testimonio, espero que todo vaya a mejor con el paso de los días, y que con este animes a otros a realizar la preciosa y nevesaria labor que estas haciendo. Un besote enorme desde Sevilla

    ResponderEliminar